Desde este mismo curso, los alumnos con necesidades educativas especiales cuentan con una serie de adaptaciones destinadas a facilitar su aprendizaje. A través de una resolución, el Departamento de Educación ha implantado diversas medidas destinadas a obtener un diagnóstico precoz del alumnado con necesidades educativas especiales para definir mejor las políticas de apoyo o adaptaciones curriculares que necesitan», expuso la consejera del ramo, Dolores Serrat, el pasado viernes en las Cortes.
La resolución, que se está aplicando desde el inicio de curso y que «mejora la acción orientadora de los niños de este alumnado en los centros de educación Infantil, Primaria y Secundaria», incluye varios formularios en los que se explica al cuerpo directivo de colegios e institutos los procedimientos para realizar las adaptaciones que necesitan los alumnos.
Mientras tanto se está elaborando un nuevo decreto de atención a los alumnos con necesidades educativas especiales. En su elaboración se está contando de forma muy estrecha con los equipos de orientación y las asociaciones o colectivos que agrupan a estos niños (disparidad física, intelectual, autismo o altas capacidades) para que responda a las necesidades reales.
Entre los sistemas de ayuda diseñados para estudiantes con necesidades especiales no graves y que no encajaban en las medidas previstas hasta ahora –establecidas para casos más graves–destaca la adaptación curricular «no significativa», es decir, el alumno con necesidades especiales estudia el curso que le corresponde, en su clase, y se examina de las materias que le toquen, pero la novedad reside en que «se adaptan las condiciones de ese aprendizaje y en las que concurre a las pruebas, cambiando el tipo de preguntas de escritas a orales, por ejemplo, o dándole más tiempo», subrayaron desde el departamento.
SELECTIVIDAD Además, los centros pueden pedir la adaptación de las pruebas de acceso a la universidad para estos alumnos. Ya el curso pasado se hizo solo para dislexia y este año se amplía a otras necesidades educativas especiales. «Esta solicitud irá acompañada del informe de evaluación psicopedagógica elaborado por el servicio de orientación del centro y de un documento en el que se exprese la conformidad del alumno y, en caso de ser menor de edad, de la familia, con la adopción de la medida de solicitud de la adaptación de la prueba de acceso», expone la resolución. Las adaptaciones solicitadas deberán haber sido aplicadas con el alumno en los procesos de evaluación realizados durante la etapa de Educación Secundaria Obligatoria o Bachillerato.
«Con todas estas medidas se busca obtener un diagnóstico precoz del alumnado con necesidades educativas especiales para definir mejor las medidas de apoyo o adaptaciones curriculares que necesitan», indicó la propia titular de Educación, que consideró «clave» saber «cuál es el origen de las necesidades del alumno para aplicar las correctas medidas» porque «no es lo mismo que sea por discapacidad, dificultad aprendizaje, incorporación tardía al centro escolar o a causa de problemas afectivos por dificultades en el ámbito familiar».